Histamina
El equilibrio
del momento y la cantidad adecuada
Esta sustancia fundamental es natural de nuestro organismo y se encuentra en órganos y receptores presentes en tejidos específicos (H1, H2, H3, H4).
Es un modulador inflamatorio y es degradada en cantidades correctas y en un momento concreto.
Es necesaria para múltiples funciones del organismo, pero en un desequilibrio puede dar síntomas muy diversos, de los que aún a día de hoy muchos no contemplan.
Hay diferentes tipos de histamina, existen muchísimas neuronas capaces de liberar histamina y en muchas ocasiones se asocia con la liberación de ácido en el estómago y funciones inmunitarias, entre otras.
Cuando la histamina no se descompone de forma adecuada es cuando aparecen trastornos normalmente digestivos como retortijones,hinchazón, diarreas, nauseas, reflujo…
Pero también se conocen síntomas extra digestivos como la conocida migraña, síntomas alérgicos, respiratorios, mucosidad nasal en momentos concretos, estornudos, habones en la piel, niebla mental y mareos..
Estos síntomas, explorados por diferentes especialistas, no se suelen asociar a una histaminosis.
Si se presentan problemas relacionados con la alergia suelen recetar antihistamínicos, para problemas dermatológicos corticoides, para problemas de acidez protectore estomacales… Y ahí es donde está el problema de tapar síntomas y no buscar el porqué, ya que está asociada a factores de riesgo de enfermedades inflamatorias.
La histamina participa en los procesos alérgicos, hormonales, inflamatorios y de de la respuesta inmune, entre otros.
En el proceso de metabolización de histamina, ésta pasa al torrente sanguíneo y aumenta su concentración, se reparte por todo el organismo y genera además una dilatación de los vasos sanguíneos provocando inflamación.
La histamina endógena (interior)
La transformación de histamina viene producida por la producción de histidina a través de los mastocitos por respuestas de IgE o infecciones o a través de algunas células de la microbiota.
La histamina exógena (exterior)
Ésta está presente en algunos alimentos y las consecuencias de un elevado consumo depende de la capacidad de degradación de cada persona.
Si se tiene una deficiencia enzimática, sea de forma genética o no, y además consumimos alimentos altos en histamina, seguramente se presenten algunos de los síntomas descritos anteriormente.
Muchas personas consiguen regular sus síntomas a través de la alimentación, pero para mi entender, lo lógico sería poder saber por qué nuestro organismo no es capaz de liberar a través de la orina la histamina sobrante.
Factores que pueden desencadenar problemas con la correcta regulación de la histamina
- Cuando tenemos más sensibilidad a un alérgeno se genera una respuesta sobre activa de TH2 no modulada, la IgE que en muchas ocasiones aparece alterada en las analíticas, interactúa con el mastocito liberando histamina para su expulsión.
Si se consiguen eliminar o reducir los alérgenos, la sintomatología del afectado mejora, pero no siempre es así de sencillo. - El déficit de la enzima DAO también es una causa común en personas con una disbiosis y síntomas de mala absorción. Esta enzima se encuentra mayormente en el intestino delgado, el colon y los riñones y se libera a través de la vesícula. Cada vez más personas diagnosticadas de problemas digestivos o patologías autoinmunes tienen deteriorada la enzima DAO como consecuencia de dicha desregulación, como pasa también con la intolerancia a la fructosa y su transportador.
- Un alimento con alto contenido en histamina también puede hacer que no haya suficiente DAO para descomponerla y se conoce como intoxicación o sobredosis de histamina. Cada vez más común debido al aminoácido que contienen muchos pescados y son transformados por histamina a través de las bacterias que contienen.
- El estrés también es una de las patitas de la respuesta TH2 del sistema inmune, por lo que jugará un papel importante en la concentración de histamina en sangre. Hay que admitir que a día de hoy muchísimas personas con problemas digestivos presentan un alto nivel de estrés.
- Histaminosis alimentaria no alérgica (HANA) la cual genera una liberación de histamina debido a una interacción celular directa entre los mastocito y los linfocitos.
- Los estrógenos y el cortisol juegan un papel importante en este aspecto, por eso muchas mujeres empeoran sus síntomas en el proceso de ovulación y los anticonceptivos no ayudan tampoco en el proceso de regulación de histamina.
- Una infección parasitaria también puede ser un desencadenante de esta consecuencia, ya que ataca en muchas ocasiones al intestino y puede provocar desequilibrios en bacterias, hongos y diferentes procesos de disbiosis.
- Altas ingestas de medicamentos durante un largo período de tiempo, estos también afectan directamente a la enzima deteriorándola.
Las personas con altos niveles de histamina, en muchas ocasiones presentan reacciones cutáneas y se enrojecen con facilidad cuando aceleran sus pulsaciones.
Hay que entender que el déficit de DAO es raro que sea simplemente de causa genética, sino que suelen haber además trastornos digestivos y una inflamación de bajo grado, la cual suele hacer de antesala para otras enfermedades.
El equilibrio de las bacterias juega siempre un papel fundamental para la regulación de dichos procesos en los que el propio organismo no es capaz por sí mismo.
La histaminosis crónica
La histaminosis crónica es el mecanismo más usual de elevación de histamina.
La desregulación de esta amina, juega un papel importante en el sistema nervioso central e inmunológico.
Normalmente las personas con histaminosis crónica, presentan sensibilidad a algunos alimentos, a productos químicos o incluso a sustancias respiratorias que se asocian a los problemas alérgicos.
Según muchos especialistas, el factor medio ambiental puede ser el causante de una elevación de histamina crónica y hay que tener en cuenta que la histaminosis crónica cada vez está más asociada a patologías cronificadas.
También puede estar relacionada con una infección parasitaria mantenida en el tiempo debido a una deficiencia del sistema inmune.
Los diferentes síntomas y la relación con la histamina
El sistema digestivo:
- Diarreas
- Reflujo
- Cólicos
- Gases
- Retortijones
- Inflamación
El sistema respiratorio, la relación entre alergia e histamina:
- Presión respiratoria
- Rinitis
- Moquita contínua
- Escozor ocular
- Asma
- Congestión nasal
- Picor de oídos
- Conjuntivitis
El sistema nervioso, una de las patitas desconocidas de la histamina:
- Fatiga
- Depresión
- Cansancio extremo
- Vértigos
- Mareos
- Sensación de frío
Ser consciente de ello nos hace ser a todos más responsables con nosotros mismos para indagar sobre la sintomatología, teniendo en cuenta la naturaleza del ser humano y cómo nuestro cuerpo rechaza algo que nosotros por otra parte le facilitamos inconscientemente.
Un punto importante a tener en cuenta es que cuando se soluciona un problema digestivo, la enzima en muchas ocasiones vuelve a recuperar su actividad.
*En mi caso, por ejemplo, acudí a varios alergólogos mencionando la histamina, mis alergias, mis síntomas digestivos y mi infección parasitaria, y no encontraron ninguna relación con una IgE que cuatriplicaba los valores durante muchísimos años.
Al final es el afectado el que busca al profesional con el que quiere recorrer el camino, el que le escucha, cree e indaga en unión con él.
Para ir entiendiéndolo más...
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